Cuando pienso en el México actual, quiero llorar. Antes me gustaba seguir un camino para ver que hay a lo lejos. Y antes no me molestaba manejar de noche. Ahora me limito a lo conocido y viajo de día. ¿Iré otra vez a ver a la familia en Navajoa? La verdad – me da miedo. Y ni pienso en cumplir mi sueño de visitar la tierra de mi suegro – Michoacán. ¿Qué podemos hacer de aquí? No tengo soluciones, pero por mi parte trato de entender lo que pasa – incluso he trabajado con el programa Alitas , opens a new windowcon refugiados de Michoacán y de Centroamérica. También leyó lo que puedo para mejor entender lo que está pasando allá. He aquí una lista de libros nuevos en la biblioteca: